4 beneficios de comer avena

Entre todos los alimentos, la avena es una de las mejores fuentes de fibra soluble que podemos encontrar. La avena, ese cereal que hasta hace unos años no se prodigaba mucho en nuestro país (al menos para su consumo directo) ha pasado a convertirse en la reina de los desayunos de Instagram en forma de muesli, barritas, copos con leche o yogur, etc. ¡Ni una celebrity ni egoblogger sin su bowl de porridge!

Los más puestos en tendencias estaréis pensando que la avena fue la reina del desayuno, pero solo hasta que irrumpieron en escena las semillas de chía… tan redonditas, tan fotogénicas, tan saciantes y tan ricas en omega 3. Y sí, hay que reconocer a las semillas de chía su 34% de fibra, superior al 10% de la avena, pero la versatilidad y el precio de la avena sigue sin tener rival.

Vamos con 4 propiedades nutricionales de la avena respaldadas por la evidencia científica:

1. La avena ayuda a reducir el nivel de colesterol: Esta frase que hemos escuchado publicitariamente tantas veces a otros alimentos, realmente se cumple en el caso de la avena con la ley en la mano. La avena contiene betaglucano y la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) aprobó una declaración de propiedades saludables por la cual puede decirse que el consumo diario de 3 gramos de betaglucano reduce o disminuye el colesterol. Siempre y cuando, eso sí, que esta ingesta de betaglucano se acompañe de una dieta baja en grasas saturadas y trans (ojo que no todas las grasas saturadas son iguales como explicamos aquí)  y de un estilo de vida saludable.
2. La avena mejora la respuesta insulínica y la respuesta posprandial de la glucosa. Ok... ¿y todas estas palabrotas juntas qué significan? Pues algo tan sencillo como que incorporar la fibra soluble de la avena en la comida hace que la absorción de los azúcares en la sangre después de comer se produzca de forma más lenta. La fibra soluble forma una especie de gel viscoso en el intestino y limita la absorción de los azúcares. De este modo se pueden evitar los picos de insulina, siendo esto algo interesante para cualquier persona pero especialmente para aquellas con diabetes o prediabetes.
3. La avena podría ejercer un efecto protector frente al cáncer. Son necesarios más estudios en esta línea, pero la avena es rica en antioxidantes como vitamina E y distintos tipos de compuestos fenólicos que han probado tener una potente actividad antioxidante in vitro e in vivo. Algunos de estos compuestos fenólicos, como la avenantramida, son “marca de la casa” y se encuentran exclusivamente en la avena. Actualmente también se investigan distintos mecanismos de acción por los que el betaglucano, administrado durante largos periodos de tiempo, podría reducir el riesgo de padecer cáncer de pecho, de próstata y de colon.  
4. La avena podría ayudar a reducir la presión arterial. Distintos estudios epidemiológicos y ensayos clínicos sugieren que las fuentes de fibra como la avena podrían ayudar significativamente a reducir la presión arterial. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es la dieta aconsejada en la hipertensión arterial. Se caracteriza por un bajo consumo de grasas y elevado de frutas, verduras y cereales integrales.

Sándwich de espárragos trigueros, queso brue y lacón con Oroweat avena y maíz horneado. Aquí la receta completa.

Hay que recordar que para que la avena pueda ejercer todos estos beneficios, es necesario consumirla dentro del conjunto de una dieta saludable. La avena suma… ¡pero no es capaz de hacerlo sola! ¿Y tú? ¿Has probado a incorporarla en tu desayuno o en otras comidas de forma habitual?

Artículo escrito por Marián García - Boticaria García