Pipas de calabaza:

Pipas de calabaza:

Un “cóctel” de nutrientes en la palma de la mano

Cucurbitáceas. Con este nombre tan simpático se conoce a la familia de donde provienen las “semillas de calabaza” o “pipas de calabaza”. La calabaza es esa famosa hortaliza de color naranja que, además de dar mucho juego en Halloween, esconde en su interior un pequeño tesorito que hoy vamos a conocer.

Al igual que sucede con otras semillas, las de calabaza también contienen principalmente tres partes: embrión (la plantita en miniatura), endospermo (lugar donde se encuentran las sustancias de reserva para alimentar a la plantita mientras germina) y el epispermo o cubierta, que se encarga de proteger a la semilla de los agentes externos. Tenemos la suerte de que, consumiendo estas semillas, podemos beneficiarnos del “cóctel de nutrientes” que se encuentran concentrados en su interior.

¿Qué nutrientes contienen las pipas de calabaza?

Vamos a destacar a los 4 mosqueteros que principalmente se encuentran en estas semillas:

  • Ácidos grasos: Cuando hace un tiempo dedicamos un post a unas primas hermanas de las pipas de calabaza, las pipas de girasol, comentamos que contenían un elevado porcentaje de ácidos grasos. En este caso sucede igual, ya que en torno a la mitad de la composición de la semilla son lípidos. Sin embargo, ya aclaramos que no todos los ácidos grasos eran iguales. Si en el caso de las pipas de girasol destacaban los ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega 6, en las pipas de calabaza, predominan los de la serie omega 3 y los monoinsaturados como el ácido oleico (los que contiene el aceite de oliva). Es decir, se trata de ácidos grasos con un buen perfil lipídico, cardiosaludable. 
  • Antioxidantes: Cumpliendo la regla no escrita de que las frutas y verduras de color anaranjado y rojo son ricas en carotenoides, las pipas de calabaza contienen una importante cantidad de luteolina y beta-caroteno (como el que proviene de las zanahorias). También destacan por su contenido en otras vitaminas antioxidantes como la vitamina E. El consumo de este tipo de antioxidantes es especialmente importante en verano, ya que pueden echar una mano para neutralizar los radicales libres que se forman en la piel por la acción de la radiación ultravioleta del sol. 
  • Minerales: El magnesio y el zinc son los minerales estrella de las pipas de calabaza. Desde hace un tiempo el magnesio se ha convertido en una obsesión por gran parte de la población, que busca adquirirlo en forma de suplementos de manera generalmente injustificada. Las pipas de calabaza son una fuente excelente para incorporar el magnesio a la dieta, de forma regular y sencilla en las comidas. 
  • Fibra: Las pipas contienen hasta un 20% de fibra, aunque si se consumen peladas (que es lo habitual) contienen en torno a un 6,5%, que tampoco es una cantidad despreciable. La mayo parte de la fibra es insoluble.

¿Las semillas de calabaza curan el cáncer?

Por su actividad antioxidante se le han atribuido propiedades antiinflamatorias, antihipertensivas, antiparasitarias, etc. Sin embargo, se trata de un uso basado en la tradición y son necesarios más estudios en humanos para poder determinar la evidencia al respecto. Actualmente también se investiga el posible efecto beneficioso sobre la hiperplasia benigna de próstata, aunque su mecanismo de acción no está del todo definido y también son necesarios más estudios en humanos para poder realizar esta afirmación.

Los compuestos bioactivos de un alimento concreto, como los presentes en las semillas de calabaza, siempre suman y son deseables. Sin embargo, no debemos lanzar las campanas al vuelo atribuyéndoles propiedades curativas en general. Deben acompañarse en el contexto de una dieta principalmente rica en frutas, verduras y granos enteros y baja en alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares simples y grasas poco saludables.

Formas de tomar pipas de calabaza y calabaza

¿Cómo puedo incorporar las pipas de calabaza a mi dieta?

Además de como aperitivo, comiéndolas directamente al igual que hacemos con las pipas de girasol o los frutos secos, hay todo un mundo de posibilidades para introducirlas en nuestra alimentación de forma frecuente y apetecible. Es una semilla muy versátil para darle un toque esparciéndolas sobre ensaladas, cremas, purés, sopas... ¡incluso al yogur!

También puede incorporarse como ingrediente en el pan junto a los cereales, contribuyendo conjuntamente a completar el perfil de aminoácidos.

Y tú, ¿usas habitualmente en la cocina las semillas de calabaza? ¡Cuéntanos cómo!


Artículo escrito por Marián García - Boticaria García