¿Cuánto engordan las pipas de girasol?

¿Cuánto engordan las pipas de girasol?

Beneficios nutricionales y teorías sobre las pipas y el amor

Las pipas. ¡Ay, las pipas! Todos los sábados por la tarde y los domingos de mi infancia observaba cómo la gente se ponía morada a comer pipas sentada en los bancos del parque de mi pueblo. Primero una, luego otra, y así hasta que el contenido de esas bolsas de plástico gigante acaba distribuido: una mitad en su estómago, la otra mitad en el suelo del parque, en forma de pirámides de cáscaras. 

Llegué a desarrollar una importante teoría sobre las pipas y el amor. Y es que en mi pueblo, una pareja de novios no se consideraba pareja de novios de forma oficial hasta que no comían pipas juntos en el parque. O hasta que veían el desfile de carnaval juntos comiendo pipas. Lo que fuera, pero comiendo pipas. 

Pareja comiendo pipas de girasol en parque

¿Por qué nos gustan tanto las pipas?

Las pipas tienen un 43% de grasa, lo que las convierte en un alimento con mucha palatabilidad. Vaya por delante que el concepto de que un alimento “sea malo” por el hecho de tener un elevado porcentaje de grasas en su composición está demodé. Es hora de superar viejos conceptos con respecto al miedo a las grasas. Por mucho que lo hayamos escuchado, ni todos los hombres son iguales (no, de verdad que no) ni tampoco todas las grasas son iguales.
Las grasas de las pipas son principalmente poliinsaturadas. Son semillas ricas en ácido linoleico que es uno de los precursores de los ácidos grasos omega 6.

¿Qué otros beneficios nutricionales tienen las pipas?

Son ricas en un buen surtido de micronutrientes. Destaca su contenido en minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo y el selenio. Pero si hay un micronutriente “rey” en las pipas de girasol, es la vitamina E. Esta vitamina es antioxidante y nos protege frente a esos agentes antipáticos y malvados llamados “radicales libres”. Si les llamo alegremente malvados es porque pueden causar daño celular. Y todos sabemos lo que esto significa. Un adecuado consumo de vitamina E y otros antioxidantes ayuda a neutralizar a estos radicales libres.

¡Ojo! No debemos caer en el error de pensar que estas propiedades positivas recaen exclusivamente en el consumo de pipas. Siempre es necesario cuidar la alimentación de manera global, pero sí es cierto que este alimento contiene micronutrientes que “suman”.

Todo esto suena muy bien pero… ¿las pipas saladas son igualmente saludables?
La OMS recomienda rebajar el consumo de sodio con el objetivo de disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En adultos, se aconseja reducir la ingesta de sodio por debajo de los 2 g (5 g de sal) al día.
Unas pipas saladas “estándar” tienen 7 gramos de sal y 2,7 gramos de sodio por cada 100 gramos. Es decir, si los enamorados de mi pueblo se comían una bolsa grande a medias, ya estaban superando los límites de la OMS.
Siendo las pipas un alimento rico en grasa y palatable como comentábamos, ¿realmente es necesario añadirle sal para potenciar el sabor? La respuesta es no. No es necesario añadirles sal, ni miel, ni sabor barbacoa, ni aromas tex-mex. Las pipas, por sí solas, ya son (y están) estupendas.

¿Cuál es la mejor manera de comer las pipas?

Al igual que con cualquier otra semilla o fruto seco, la mejor manera de tomarlos es en crudo. O bien de manera aislada (un puñadito) o añadiéndolo a otros alimentos para aportar nuevos matices de sabor, como al pan, a las ensaladas o a las cremas de verduras. Puedes echarle imaginación y empezar a dar un toque a esos platos que veas un poco “aburridos”.

Además de mejorar el sabor, la gran ventaja es que estamos enriqueciendo nutricionalmente el plato. En la farmacia suelo comentar a la gente que se preocupa por la falta de calcio, que añadir semillas en la comida es una fantástica forma de conseguir las ingestas recomendadas de este mineral.

Conclusión: ¿Pipas sí o no?

Pipas sí, por supuesto. Siempre que se consuman en crudo y en cantidades razonables, son un buen recurso, tanto como tentempié como para complementar nuestras comidas. Incluso para certificar el amor de las parejas como ocurría en mi pueblo… ¡larga vida a las pipas!


Artículo escrito por Marián García - Boticaria garcía